Imagino que cuando experimentamos sentimientos, lo hacemos primero en relación a nosotros mismos, y con el amor sucede igual. Creo que se hace bastante complicado que te guste alguien y que cuides de alguien si no lo haces contigo mismo. Yo, por lo menos, no consigo imaginar semejante cosa. No consigo imaginar a alguien ayudando a un hijo, por ejemplo, con sus deberes de matemáticas, sin entender bastante bien la materia; alguien enseñando a cocinar a otro, sin saber freír un huevo y así sucesivamente; y esto vale, principalmente, en relación a nuestros sentimientos y emociones.
Si tú no estás bien, y todos tenemos nuestros días más complicados, se pone algo difícil estar receptiva y aconsejar a una amiga con sus problemas, darle un empuje a tu hermana, y así en adelante. Claro que todos somos, en esencia, solidarios, pero imagino que repartir lo que no se tiene es algo inviable; por ese me parece tan importante el cuidado de uno mismo y el mantenimiento de la autoestima.
Pienso a veces que muchas de nosotras podemos estar momentáneamente solas y me parece que el propósito de esto podría ser el auto-conocimiento; y por más que deseamos encontrar a alguien, esa persona no aparece. Para enseñar, hemos de saber. Para donarnos, hemos de tener. Para iluminar, hemos de “encender” nuestra luz, y ¿de qué forma se hace esto? Amándote primero a ti. Cuidando primero de ti.
Lejos de ser una actitud egoísta es precisamente lo contrario. Todos tenemos nuestras deficiencias, pero definitivamente no somos solo defectos. Todos tenemos innumerables cualidades y muchos motivos para agradecer. Si tenemos algunos “sectores” de nuestra vida que no discurren tan bien como nos gustaría, ciertamente tenemos otros que sí lo hacen. Eso es equilibrio. Si tienes una pierna lastimada, por ejemplo, cargarás el peso sobre la otra para poder andar mejor y sin dolor. Esto es natural y también es amarte y cuidarte.
Trátate con cariño. Aliméntate bien durante el día y elige alimentos más ligeros por la noche, para tener estupendos sueños. No tengas solamente compromisos y obligaciones, ten aficiones también. Vístete siempre como si tu príncipe encantado (o princesa) estuviesen en la sala esperándote para salir. Cómprate regalos de vez en cuando. No salgas de casa retrasada por las mañanas cuando vas a trabajar, para poder tener tiempo de contemplar el paisaje en torno a ti. Aunque siempre hagas el mismo trayecto, siempre habrá en tu camino cosas dignas de ser vistas.
Recuerda siempre que tú eres muy importante para alguien, incluso aunque no lo sepas.
Siempre marcamos la diferencia en la vida de alguien, sumando nuestras cualidades a las de ese otro. Tu luz ha de permanecer encendida para iluminar tu camino y el de aquellos que vienen detrás de ti.
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Publicado dia 7/21/2009 12:05:45 PM em STUM WORLD
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