Rabí, (Maestro) yo quise escribir una canción en homenaje a mi amada, pero no lo conseguí.
Y es que me acordé de Ti, y mis pensamientos viajaron hacia lo Alto...
Entonces, ponderé conmigo mismo: ¿Cómo hacer una canción para Él? No tengo ningún instrumento musical a mano.
Con todo, me acordé de que lo que de veras te gusta es la canción cantada dentro del corazón.
Sé que Tú sientes el corazón de los hombres en Tu propio corazón.
No me es necesario tomar el arpa y tañer sus cuerdas para encontrar la melodía celeste. Basta acordarme de Tu sonrisa...
Rabí, que mi amada me perdone, pero la canción de mi corazón es Tuya.
Después haré la de ella, con arpa y todo lo demás.
Porque, ahora, yo solo consigo pensar en Ti.
Porque mi corazón siente Tu corazón, y canta en la majestad de Tu silencio.
Paz y Luz.
LUZ – LA FUERZA DEL ESPÍRITU
Ah, hay cosas que el tiempo lleva...
Menos nuestro corazón,
Que tiene muchas historias para contar.
Encuentros y desencuentros... Y otros encuentros.
Todo es tal como debe ser.
Cabe al hombre aprender lo que es preciso.
¿Quién es dueño de la verdad?
Todo cambia, y todo pasa...
Menos la lección que se aprende.
Nadie muere; el espíritu es imperecedero.
Pasa el cuerpo, queda la experiencia.
Ah, la ignorancia también pasa... Pero el entendimiento queda.
No hay suerte o infortunio, todo es causa y efecto.
¡Cada uno recibe lo que da!
Y esto es así también en el infinito...
Sabio es quien perdona, pues no se liga con el mal.
Quien tiene amor, no tiene cómo devolver el odio.
Quien es de la Luz, no comulga con las tinieblas.
Si todo pasa, nada pertenece al hombre, ni siquiera el cuerpo.
¡Solo queda lo que el espíritu es!
Y lo que siente en su corazón.
Hacer el mal no compensa; solo los necios caen en esa.
Aun así, hay gente pensando mal de otros.
Y, con ello, dejan a las tinieblas penetrar en sus mentes.
¡Ah, hay tanta gente necia en el mundo!
Que no valora la vida y no sabe amar.
Por eso, andan con la mirada y el corazón apagados.
Quien es de la Luz, confía en la Luz.
Y jamás se rebela, pues la ira no anida en su Ser.
Quien es de la Luz, comprende.
Quien es de la Luz, ama, aunque nadie lo entienda.
Eso forma parte de su Ser. ¡No hay otra manera!
Y la Luz conoce a sus hijos. Es gente que ama.
P.D.:
¡A los que perseveran en las lides espirituales, incluso bajo la presión del mundo, un gran AXÉ!
Publicado dia 1/12/2010 9:20:23 AM em STUM WORLD
