Es un método de desensibilización y reprocesamiento de experiencias emocionalmente traumáticas por medio de estimulación bilateral de los hemisferios cerebrales. Un nuevo abordaje para el tratamiento de traumas emocionales desarrollado por la doctora Francine Shapiro, a finales de los años 80, en California. Desde entonces, el EMDR ha venido siendo uno de los métodos psicoterapéuticos más ampliamente investigados en los EUA en la actualidad, con recomendación especial de la American Psychiatric Association.
Son objetivo de elección primordial del método los portadores de trastornos ansiosos, en especial el estrés postraumático (TEPT). Siendo, además eficaz para abordaje de fobias, pensamientos recurrentes o cualesquiera situaciones de conflicto emocional.
Denominado de forma genérica ‘psicoterapia de reprocesamiento’, el EMDR fue, en principio, ideado como psicoterapia breve y focal.
El EMDR es la posibilidad de cura emocional para cualquier situación en que podamos estar envueltos. Una revolución palpable en nuestros aspectos de consciencia y en nuestras reales posibilidades de existir de la mejor manera.
Este método se muestra bastante eficaz en situaciones de:
Duelo, Trauma y recuerdos dolorosos, Depresión, Ansiedad y/o Miedos, Fobias, Ataques de Pánico, Pesadillas y/o terror nocturno, Temas familiares, Relaciones interpersonales, Divorcio y separación, Temas de orientación sexual, Espiritualidad y cuestiones religiosas, Trastornos del sueño, Adicciones y dependencias (alcoholismo, drogadicción, tabaquismo, etc.), Enuresis nocturna, Dificultades de aprendizaje y problemas escolares, Anorexia/Bulimia/Trastornos de Alimentación, Obesidad, Adicción sexual y/o pornografía y Obsesión/Compulsión.
El EMDR además de ser un método extremadamente eficiente para el estrés postraumático, es excelente para cualquier tipo de conflicto.
Aplicación del EMDR:
Hay un protocolo que debe seguirse rigurosamente a fin de que terapeuta y cliente tengan acceso a todos los detalles que envuelve la situación que ha de ser reprocesada. En él observamos aspectos emocionales implicados, pensamientos/creencias/mandatos, sensaciones corporales, grado de perturbación y otros. A partir de ahí, por intermedio de movimientos bilaterales que pueden ser auditivos, visuales o táctiles, empieza el reprocesamiento en EMDR. Estos movimientos ayudan a los hemisferios cerebrales a realizar el proceso de modo profundo. Durante el reprocesamiento, el paciente toma parte activa en el proceso, al tiempo que lo observa y controla.
El EMDR es un recurso/abordaje en sí mismo altamente potente y no hay absoluta necesidad del auxilio de otras técnicas terapéuticas. Pero tiene la ventaja de poder ser conjugado con otros numerosos abordajes.
¿Que tipo de personas pueden hacer el EMDR? ¿Pueden los niños hacerlo?
En general la mayoría de las personas pueden beneficiarse con el uso de este método. No está indicado en personas con riesgo de disociación grave de personalidad y fragilidad egoica importante. O bien que padezcan algún tipo de trastorno psicológico o neurológico grave, por ejemplo, psicóticos, esquizofrénicos, ni en los trastornos de personalidad sin la estabilización (incluso medicamentosa) apropiada del paciente. Los pacientes cardíacos y las gestantes deben tener autorización médica debido al riesgo desencadenado por emociones fuertes y/o intensas provenientes de historias pasadas.
El EMDR está indicadísimo en niños e incluso en bebés, siendo que la madre, el padre o cuidador pasan simultáneamente por el proceso.
Más informaciones:
El EMDR puede ser un reprocesamiento que envuelve las conexiones neurológicas; puede ser entendido como una especie de “gimnasia mental” en que una red neurológica viciada en un tipo de conexión pasa a funcionar de modo diferente al habitual.
Otros efectos se refieren a sueños diferentes, así como sentimientos internos por sesión diferentes de lo habitual, al igual que cambios en costumbres, relaciones interpersonales y en la forma de pensar.
¿Y en cuanto al número de sesiones necesarias para que el paciente vivencie alguna mejoría en su estado?
Varía de paciente a paciente, ya que cada persona tiene su forma de reaccionar y de enfrentarse a sus dificultades. A veces son necesarias pocas sesiones para resolver un tema y, otras veces, son necesarias varias sesiones para cada queja/tema presentado.
Lo que puede suceder también es que tras una situación de EMDR solucionada, otras cuestiones antes obscuras emergen para ser resueltas. Lo cual acarrea un tratamiento más amplio.
¿Cómo puede el paciente contribuir positivamente en la aplicación de la técnica?
Las principales contribuciones del paciente en la aplicación de la técnica consisten en estar disponible para su proceso de cura emocional, confiar en el método, y permitir que el cerebro haga su trabajo, sin juzgar si lo que aparece está bien o mal.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos
Publicado dia 1/15/2010 3:44:12 PM em STUM WORLD
