¡Nunca te desanimes! Escucha la voz interior de tu conciencia, compañera constante de tus horas y sigue lo que te dice, lo que te aconseja. No siempre te habla en una forma agradable de oír, pues puede contradecir tu deseo, las costumbres generalmente aceptadas, los hábitos de tu familia, la conducta de la mayoría. No importa. Sigue lo que te indica y espera para ver lo que te sucede… solo después de algún tiempo vas a poder considerar si ha valido la pena hurtarte a un placer momentáneo para no incomodar a tu conciencia. Averigua… presta atención a tus sentimientos, a tus contradicciones internas, pero ante todo, escucha la Voz que es la Luz de tu vida. Sin esa Estrella-Guía tus días serán constantemente nublados… solitarios… perderán el sentido. Cuando aprendas a acoger la compañía de tu alma, nunca más te sentirás desabrigado, abandonado, mal amado.
Parece fácil esta receta de bien vivir y así debería ser. ¡Pero no lo es! Escuchamos mucho lo que nos dicen las personas, la radio, la televisión, los libros, pero poco tiempo tenemos para estar en silencio y escucharnos de verdad. Debido a eso vamos siendo a cada instante más solos, más débiles, más indefensos… y buscamos en las personas la protección que no pueden darnos, pues la mayoría de las veces, también ellas padecen la misma soledad que tú.
De esta forma, si la Vida nos pone en una situación de ‘solos entre una multitud’ ¿por qué no paramos, aceptamos aquel momento y nos escuchamos? ¿Una vez, dos, muchas veces? Siempre procurando profundizar más en esa relación, aguzando los sentidos y los oídos internos para escuchar sintiendo… un susurro verdadero, que aclara nuestro entendimiento… a veces trayendo una revelación triste… otras haciéndonos la cortesía de aplaudir una actitud no comprendida por otros… innumerables, reportándonos a experiencias pasadas que pueden iluminarnos el día de hoy… pero siempre entreveradas de amor, de una cualidad amorosa incondicional… que no juzga, sino que acoge y ayuda.
Quien pueda creer, que crea… ese es El Encuentro Verdadero. Aquel que nunca va a estar en falta, que nunca estará lejos, que nunca nos hará sentir añoranzas, sino que siempre nos apoyará, guiará, acogerá y… ¡colmará! ¡Un vacío que todos sentimos y que nada ni nadie jamás tendrá la dimensión infinita necesaria para colmarlo de verdad!
Encuéntrate y así estarás dispuesto para acoger al otro cuando llegue, como quiera que venga.
por WebMaster
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Publicado dia 19/05/2010 12:08:22 em STUM WORLD
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