Asumiendo el control
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 14/08/2006 10:47:38
Traducción de Teresa - [email protected]
Asumir el control de nuestra vida parece, muchas veces, algo difícil o inalcanzable. Muchas personas buscan el consejo de alguien por desear desesperadamente que el otro tome decisiones por ellas.
Sin embargo, hemos de tener en mente el siguiente principio: asumir las riendas de nuestra vida puede a veces parecer desafiador, pero es, innegablemente, muy satisfactorio.
La sensación interior de que somos los amos de nuestra propia vida y que, a cada paso dado, aunque se muestre equivocado, estamos caminando rumbo a un nuevo estado de ser, mucho más pleno y feliz, vale todo el sacrificio que podamos realizar.
Esta sensación solamente es alcanzada por aquellos que se disponen a recorrer el camino, muchas veces solitario, del vivir en absoluta coherencia con sus deseos y necesidades.
Permanecer conscientes de que estamos en el camino correcto es fundamental para que no nos desviemos hacia derroteros ilusorios que parecen sin duda más fáciles, pero que al final muestran ser verdaderas armadillas en las que nos vamos enredando y nos dejamos desviar de nuestros propósitos.
Cada día se presenta como una oportunidad preciosa para reafirmar nuestra identidad y no permitir que la cobardía sea un obstáculo en ese proceso. La presencia del miedo y de la inseguridad es una constante en la vida de los que se vencen a si mismos. El secreto es exactamente seguir adelante, a pesar de ellos, teniendo la convicción de que seremos capaces de vencerlos. Al final, la victoria parecerá todavía más valiosa.
La oscuridad no existe
La oscuridad no existe. Es creación tuya. El sol está en todo lugar, la luz está en todo lugar, estamos en pleno mediodía. Pero tú continúas apretando tus ojos, manteniéndolos cerrados. De ahí la oscuridad. Ahora bien, nadie puede forzar tus ojos a abrirse. Hay algunas cosas que tienes que hacer por ti mismo.
…Hay algunas cosas que tienes que hacer por ti mismo. Esta es una de las cosas más fundamentales de la vida. Si no fuese así, aun en tu libertad, serías un esclavo. Si yo te quito de tu oscuridad, o cualquier otra persona, aquella luz no será muy luminosa. Estarás aprisionado en aquella luz, no has venido por tu libre y espontánea voluntad, no has florecido espontáneamente.
Aquello que no has desarrollado por tu libre y espontánea voluntad, lo perderás. No puedes disfrutar de aquello que no ha crecido en tu ser espontáneamente. Tú disfrutas de tu propio crecimiento. Yo puedo incluso darte la verdad, y lo que harás será tirarla, porque no la reconocerás. Yo puedo forzarte a despertar, pero tú volverás a dormirte en el momento en que yo me vaya, y vas a insultarme y sentirte enojado conmigo, pues tú estabas todavía saboreando tus sueños. Tú estabas saboreando sueños dulces y en eso ha llegado un hombre y te ha despertado.
Nadie puede ser despertado antes de su hora, ni debe serlo.
Y no hay problema alguno. Sencillamente intenta comprender por qué mantienes tus ojos cerrados. Más que pedirme que los fuerce a abrirse, intenta comprender por qué tú los mantienes cerrados. Intenta comprender cuáles sueños tienes todavía que soñar. ¿No has soñado ya lo bastante? En honor a la verdad, ¿no has soñado ya más que suficiente? Durante millones de vidas has venido soñando. Y no has alcanzado nada con todos esos sueños. Permaneces vacío, hueco. Aún así, continúas llenándote con nuevos sueños, con nuevos deseos, con nuevas ambiciones.
…Dices: Estoy tanteando a oscuras. Relájate. En el momento en que te relajes, tus ojos comenzarán a abrirse, así como un capullo se abre y se convierte en una flor, así como un puño que ya no se mantiene cerrado comienza a abrirse y se vuelve una mano abierta.
Yo no estoy aquí para forzar esto. Estoy aquí para aclararte cómo eso sucede. Yo puedo hablar acerca de ese proceso, no puedo hacerlo por ti. Comprendido, él sucede. Yo no te prometo cosa alguna. Yo sólo te prometo una cosa: lo que ha ocurrido conmigo, haré que quede obvio para ti. Desde ahí, te corresponde a ti seguir.
Buda ha dicho: los budas sólo indican el camino, pero eres tú quien tiene que ir, te corresponde a ti seguir el camino.”
OSHO – Zen: the Path of Paradox – Vol 3
