¿De qué color es tu sueño?
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:12
Traducción de Teresa - [email protected]
Los colores emiten una frecuencia determinada según la longitud de onda que tengan. De manera simbólica, podemos comparar la energía emitida por nuestros sueños por el color que ponemos en ellos. Si el color de tu sueño es transparente, difícilmente se convertirá en realidad, mientras que un sueño con un color definido pasa a hacerse visible, y en haciéndose visible, está a un paso de concretizarse.
¡Ponerle color a tu sueño significa darle poder!
Para que un sueño encuentre camino hacia la plena manifestación en el mundo de la forma es preciso que haya irradiación de energía.
Cuanto más determinada sea tu intención, cuanto más clara y precisa sea tu voluntad, cuanto más profundo el sentimiento, mayor será el poder de realización.
A contramano de todo esto, vienen nuestras dudas, incertidumbres e inseguridades, que a menudo insisten en decir que no somos merecedores de lo que soñamos. Esto no es verdad y es preciso eliminarlo de inmediato, pero ¿cómo hacerlo?
Cuando alguien sufre un cambio, todo el mundo y todas las cosas también lo sufren.
Toda la vida se nos ha estado enseñando la necesidad de encontrar una pareja perfecta cuando, en realidad, nuestro principal objetivo es encontrar la perfección que existe en nosotros.
Las relaciones afectivas que se entablan antes de los treinta y cinco años de edad son relaciones que se basan en el aprendizaje y crecimiento mutuo que por lo regular tienen base en el dolor y no en el amor. En cambio, las relaciones entabladas más tarde de los treinta y cinco años, se establecen sobre la complicidad y el compañerismo con base en el amor. Estas franjas de edad sirven solamente como base para decir que tú puedes crear tu madurez emocional inmediatamente, y a partir de ella definir tu sueño y en él depositar la energía de la realización.
¿Cómo sentirse merecedor de lo mejor?
Hay en algún punto de tu historia de vida un registro inconsciente que dice que tú nunca serás merecedor de lo mejor; y este registro ha de ser eliminado a fin de que puedas dejar de repetir historias que siempre tienen el mismo final, y no son lo que has soñado para ti.
La Mesa Radiónica es un poderoso instrumento para equilibrio y desbloqueo de situaciones; y a través de ella identificamos el momento exacto en que los registros negativos se apoderaron de nuestro inconsciente, y los eliminamos.
Hace algunas semanas atendí a una muchacha que decía que su vida estaba trabada en todos los sentidos. En el trabajo, no logró hacer carrera, ya que cuando empezaba a progresar en la empresa ese progreso quedaba bloqueado por algún motivo, fuese porque había un cambio imprevisto en la jefatura o porque la trasladaban de sector y, en los peores casos, llegó a ser despedida.
En las relaciones no era capaz de entregarse de veras ni de creer en nadie, pues ya había sido traicionada algunas veces. En la vida familiar, todos abusaban de su buena voluntad, se sentía obligada a hacer todo por todos olvidando su propia vida. Al final del relato dijo que no se sentía percibida ni valorada por nadie.
Le expliqué que tendríamos que identificar el momento exacto en que se habían producido las situaciones que dejaron ese registro negativo.
Empleando la Mesa Radiónica identifiqué un momento cuando ella tenía 2 años de edad. Le pregunté si tenía hermanos y me dijo: en esa época mi hermano tenía diez años y me odiaba; sentía unos celos tan grandes que todos los días me pegaba y mi madre sólo hacía darle la razón.
Desde entonces yo hacía de todo para intentar recibir el amor y la atención de mi madre y eso nunca sucedió. Mi vida fue terrible hasta los veinte años, cuando salí de casa para contraer matrimonio, pero mi marido se portaba de la misma manera conmigo.
Entonces le propuse eliminar el bloqueo originado en esa época en que ella era pequeña, el cual le generó un registro mental de no ser merecedora de lo mejor, y de que por más que haga por los demás nunca recibirá amor a cambio, porque ni siquiera su madre fue capaz de percibir eso.
Tras la eliminación del bloqueo, le pedí que hiciese la Oración Kahuna del Perdón durante 21 días y el ejercicio de no juzgar lo que había sucedido.
Pasadas algunas semanas, ella volvió a nuestra consulta con un discurso seguro respecto de sí misma y con un color de sueño definido; y los acontecimientos de ahora en adelante solamente habrán de comprobar que el primer paso rumbo a su felicidad ha sido dado.
