¡Los 3 enemigos del éxito en el amor!
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 14/11/2015 10:12:53
Traducción de Teresa - [email protected]
El otro día una amiga me hizo una pregunta que consideré muy interesante, y decidí escribir sobre eso. Ella me pidió decir tres de los principales motivos por los cuales muchas personas no consiguen ser felices en el amor. Entonces, ¡aquí están los tres mayores enemigos del éxito en el amor!
1 – Falta de diálogo.
Muchas parejas tienen dificultades para hablar sobre lo que piensan, sienten y quieren. Permanecen presos a fantasías sobre qué va a pensar o sentir el otro si se exponen, y terminan por no hablar. Sólo que lo que incomoda acabará siendo expresado, de una forma o de otra. Por lo regular, las peleas por tonterías, la falta de complicidad y de paciencia resultan de una relación sin espontaneidad y sin diálogo. Vale recordar que dialogar no es sólo hablar. Es hablar, pero es también principalmente estar disponible para oír y comprender al otro. Ese ejercicio de darse y acoger al otro a través de la comunicación es capaz de hacer milagros en una relación.
2 – Creencias limitantes sobre el amor, las relaciones, los hombres y las mujeres.
Muchas personas no hacen más que repetir que quieren ser felices en una relación, encontrar su gran amor, alguien estupendo, con quien puedan compartir sus vidas. Pero en el fondo, arrastran y alimentan creencias que dicen precisamente lo contrario, como que ningún hombre vale nada, que toda mujer va por interés, que el matrimonio es una lotería, que todos los hombres que podrían interesar están comprometidos o son gays, y así sucesivamente. Esas creencias sirven como trampas para hacer que tales personas se mantengan siempre ansiosas, desconfiadas, listas para descubrir esos errores en la persona con quien mantienen la relación. Muy tristemente, la mayoría de las personas que no logran ser felices en el amor son víctimas de sí mismas y no del otro.
3 – Falta de presencia.
Con la rutina agitada en que vivimos y el ritmo con que la tecnología y las informaciones se apropian de nuestros días, muchas personas se olvidan de lo que realmente importa. Y en cuanto la pasión se aplaca, dejan de dedicarse a la persona amada. Consideran que sólo el hecho de estar juntos ya es lo bastante para que se encuentren bien. No reservan un tiempo exclusivamente para charlar, mimarse, pasear, mirarse a los ojos, estar presente de veras. Y eso va distanciando a la pareja y dejando la relación sin brillo, sin gracia, sin deseo.
Y ¿quieres saber cómo acabar con esos enemigos? ¡Allá va!
1 – Para la falta de diálogo, es preciso invertir en procesos de autoconocimiento a fin de aprender a ser espontáneo, permitirte decir lo que se sientes, sentirte lo bastante seguro y suficientemente merecedor para conseguir ser quien eres en tus relaciones. Una persona segura de sí, con buena autoestima y consciente de lo que desea, va a saber decir lo que siente y también escuchar al otro. Va a saber invertir en un amor para que puedan ser mutuamente felices.
2 – El proceso de autoconocimiento va a servir, inclusive y ante todo, para el reconocimiento de esas creencias limitantes. Una terapia, un curso, libros, artículos, en fin, informaciones que ayuden a la persona a darse cuenta de las trampas que viene montando para sí misma, para que pueda reescribir sus creencias y percibir que las personas no son iguales, que hay posibilidades de ser feliz de verdad. Y esto hará que ella se coloque de un modo mucho más receptivo y entregado en las relaciones que comience.
3 – Estar presente es estar atento al aquí y ahora, consciente, interesado en lo que está sucediendo a cada momento. Sin tanto teléfono móvil, sin tantas redes sociales, sin tantos artificios que hurten la mirada al entorno, a quien está a nuestro lado. Hay una frase que dice que la tecnología ha servido, en los últimos tiempos, para acercar a quien está lejos y para alejar a quien está cerca. Eso es una gran verdad. Pero no es sólo eso. Hay personas que ya no almuerzan, ni toman un café, ni descansan de verdad. Están siempre conectadas de alguna forma. Estar presente, las más de las veces, exige que estemos en “off” algunas veces, lo cual viene siendo bastante difícil para algunas parejas.
