Los pajarillos de Dios
por Wilson Francisco em STUM WORLDAtualizado em 14/11/2006 13:53:03
Traducción de Teresa - [email protected]
La gran aventura para el Espíritu, en la vida física, es el modelado de los valores internos, el desarrollo de herramientas y la incorporación de conocimientos libertadores.
Esta peregrinación que todos realizamos, es instigadora, venturosa y, por qué no decirlo, audaz. Sólo los audaces descubren, revelan, multiplican y sanean.
Judas se equivocó en la estrategia para apalancar al Cristianismo naciente, provocando la crucifixión de Jesús, pero fue perdonado, por su audacia y coraje para ir en busca de sus metas.
Magdalena, envuelta por demonios interiores y blanco de los dardos emponzoñados del placer, audazmente reconoció sus errores y tomó una nueva dirección en la vida. Fue perdonada, por el rabino Galileo, porque tuvo coraje y amó mucho.
Alrededor de 1984 conocí a Dª Izilda, una señora muy simpática y dotada de una fuerza interior imbatible. Su meta era fundar clínicas de apoyo al excepcional, diciendo ser esa su misión en la Tierra.
Su marido era alcohólico y ella sobrevivía con su trabajo profesional como psicóloga, dedicando sus momentos de descanso y toda la disponibilidad de su corazón e inteligencia a realizar ese proyecto.
En ese período he tenido la oportunidad de convivir un poco con ella, cuando llevé a cabo, con un grupo de médiums, una actividad de apoyo espiritual en la clínica localizada en el barrio Tatuapé. Fue, además, una experiencia interesante
Aplicábamos la apometría, con los médiums desdoblándose del cuerpo físico y actuando junto al equipo espiritual, en la orientación de los Espíritus y en los casos de cirugías periespirituales. Era común que tuviésemos la presencia de los críos y jóvenes asistidos por la clínica, desdoblados de sus cuerpos físicos, participando en las reuniones. Entonces, realizábamos la asistencia necesaria. El éxito era excelente, evidenciando que esta experiencia, la de que el grupo trabajase desdoblado junto a los Espíritus Coordinadores, puede salir bien.
No hemos llegado a atender a los críos de la institución, tan sólo realizábamos las experiencias en la sede de la entidad.
Hemos atendido a un chiquillo, Nick, llevado allí por sus abuelos. Nick, que es un niño autista, después de algunas sesiones de terapia por proyección mental, consiguió un efecto interactivo de calidad. Esta y otras experiencias han venido demostrando que es posible tener acceso al universo interno de los críos autistas, aparentemente atrincherados en otra dimensión.
El desgobierno y la excepcionalidad son del cuerpo. Las conexiones neuronales desfasadas o insuficientes inhabilitan la comunicabilidad del ser espiritual con el mundo exterior.
Existe un instrumento que puede apalancar los recursos adormecidos, bloqueados o desajustados de una criatura excepcional. Es la sabiduría del alma.
Brian Weiss explica que el águila, cuando impele a su cría hacia la aventura de volar, de dominar la atmósfera, se sirve de la sabiduría de su alma. Alcanza el éxito.
Sabiduría del alma significa actuar con amor, con tenacidad en el sentir, asumiendo consigo mismo el compromiso de vencer con inteligencia.
En el siglo XIV, en Florencia, Italia, surgió la Peste Negra, que diezmó a millones de criaturas, muchas más que en la primera Guerra Mundial. Sin embargo, debido a ella la sociedad se ha vuelto patas arriba. Cayeron los feudos, con la falta de trabajadores. Los terratenientes fueron obligados a remunerar el trabajo y a partir de ahí el mundo ya no era el mismo.
Los científicos, hoy, avanzan en la tentativa de solucionar la cuestión de la excepcionalidad, pero la peregrinación existencial de estas criaturas se verá facilitada con la efectiva participación de la terapia del amor y de la compasión, instrumentalizada con la visión pionera, porfiada y audaz de personas como Dª Izilda y tantas otras, que aun bajo el látigo de los dolores e impedimentos propios, abren sus alas para apoyar e instruir a esos pajarillos de Dios.
Y, tal como el águila, no dudan en llevar en brazos, con amor, a estas avecillas aparentemente indefensas hasta la orilla del peñasco, a fin de que ellas puedan ensayar sus primeros vuelos.
Vuelos que habrán de permitir la liberación de estos pájaros de Dios, para que conquisten también su independencia y les sean sancionados nuevos planes y aventuras otras, en busca de la felicidad primera que es el derecho a vivir, otorgado a toda alma por el Creador.
