Necesidades reales
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:09
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Saber distinguir lo que de hecho precisamos para ser felices, de las creencias que nos son impuestas por el mundo exterior, se vuelve una necesidad cada vez más importante.
Mientras no estemos plenamente conscientes de eso, seguiremos siendo arrastrados por las falsas creencias que nos son impuestas diariamente por la sociedad de consumo.
No por casualidad, la compulsión por las compras es uno de los disturbios psicológicos que encontramos hoy, tanto cuanto el vicio por drogas. Eso sucede porque la inconsciencia lleva un gran número de personas a buscar llenar su vacío interior con los bienes materiales.
La frustración profesional, amorosa, financiera o existencial, es el sentimiento que está en la raíz de este disturbio. La cuestión es que, como dicen los maestros budistas, cada deseo, cuando satisfecho, es reemplazado inmediatamente por otro, en un círculo sin fin.
La mente es una creadora de deseos, ésta nos lleva a creer que siempre habrá algo que garantizará nuestra felicidad, sea un objeto, una persona o una situación.
Si no conseguimos despertar en nosotros la llama de la consciencia y aprendemos a encontrar en nuestro interior el alimento de nuestra carencia, seguiremos esclavizados por la obsesión de poseer lo que sea.
Rescatar el estado de simplicidad e inocencia con que llegamos al mundo es la única forma de libertarnos de esa prisión. Entonces, la respuesta para lo que de hecho necesitamos vendrá de la fuente original del ser, y no más de la mente ilusoria que nos dirige a crear innumerables obstáculos para la felicidad.
"Tu sentimiento o tu pensamiento se vuelven dos cosas diferentes y esta es la neurosis básica. Aquel lado tuyo que piensa y aquel lado que siente se volvieron dos y tú te identificas con la parte que piensa y no con la parte que siente.
Sentir es más real que pensar, sentir es más natural que pensar.
Naces con un corazón que siente, pero el pensamiento es cultivado, te es dado por la sociedad y tu sentimiento se vuelve algo suprimido.
Aún cuando dices que sientes, apenas piensas que sientes. El sentimiento se volvió muerto y esto sucedió debido a determinadas razones.
Cuando un niño nace, es un ser que siente, siente cosas, pero aún no es un ser pensante. Es natural, como todo lo que es natural, como un árbol, un animal. Comenzamos, sin embargo, a moldearlo, a cultivarlo. Tendrá que suprimir sus sentimientos y, si esto suceder, estará siempre con dificultades.
Cuando quiera llorar, no podrá hacerlo, pues sus padres lo censurarán. Será condenado, no será apreciado ni amado. No será aceptado como es.
Debe comportarse de acuerdo con determinada ideología, determinados ideales. Solo entonces, será amado.
Así como es, el amor no está destinado a él. Solo puede ser amado, si sigue determinadas reglas. Tales reglas son impuestas, no son naturales. El ser natural da lugar a un ser suprimido y aquello no es natural, lo irreal le es impuesto.
Ese "irreal" es su mente y llega un momento en que la división es tan grande que ya no se puede más vencerla. Te olvidas completamente de lo que tu verdadera naturaleza fue o es.
Eres un rostro falso, el semblante original se perdió. Y también recelas sentir lo original, pues en el momento en que lo sientas, toda la sociedad se volverá contra ti. Por lo tanto, te opones a tu naturaleza real.
Esto crea una situación muy neurótica. No sabes lo que quieres, ignoras cuales son tus necesidades reales y auténticas. Pues solamente un corazón que siente puede darte la dirección y el significado de tus necesidades reales.
Cuando estas son suprimidas, pasas a crear necesidades simbólicas. Por ejemplo, puedes comenzar a comer cada vez más, llenándote de alimento y nunca sentirte satisfecho.
Tienes necesidad de amor, no de comida. La comida y el amor, sin embargo, están profundamente relacionadas. Cuando la necesidad de amor no es sentida, o es suprimida, una falsa necesidad de comida es creada.
Puedes continuar comiendo, puesto que la necesidad es falsa, jamás podrá ser colmada. Vivimos entregados a falsas necesidades. Por eso no hay realizaciones".
Osho.
