Menu

Pequeño manual para superar la pérdida de un gran amor

por WebMaster em STUM WORLD
Atualizado em 08/04/2020 11:34:25


por Marina Gold
[email protected]

Traducción de Teresa
[email protected]

En esta guía, en cuatro etapas, comparto indicaciones de cómo eludir la pérdida y, mirando más allá, abrazar el encuentro con un nuevo amor. Abordando la dinámica de reconstrucción de la vida sentimental, esclarezco a mi lector sobre postura y forma de proceder para vencer la crisis.

Primera etapa: saliendo del huevo
¿Cómo superar un amor perdido? Desde la pérdida hasta la toma de conciencia hay un período de espera, de latencia. ¡Es difícil creer, es inevitable aguardar a que la situación se revierta!
El "nosotros que nos amábamos tanto" es inapelablemente sustituido por "pesca en el teléfono móvil", "volver del revés las redes sociales", y lágrimas - muchas lágrimas.
Es un período para no hacer locuras, para atarse al mástil (como Ulises frente a las sirenas) en el sentido máximo de sobrevivencia, de apaciguar la furia, la angustia, las reacciones intempestivas, ejercer un riguroso control de la ansiedad, de los alimentos, del alcohol, de las huidas fáciles.
El deber es buscar el eje conductor de los afectos para evaluar las averías, iniciar las reparaciones preliminares, elegir las herramientas adecuadas para sanar el estrago, que es siempre muy grande.

Es difícil volver a la vida, al igual que un pájaro, que al fin rompe el cascarón y mira su entorno, probablemente sin comprender nada. es posible que su único instinto sea regresar para dentro de la protección del huevo que, a su vez, desgraciadamente ya se rompió.
La duración de este período sólo depende de los mecanismos de memoria-olvido.
Mientras las personas hablan sobre la pérdida, te informan de los pasos del otro, la escena sigue, la vida prosigue: los amigos se vuelven enfermeros, terapeutas, detectives; la familia se llena de cuidados, elige las palabras, anda de puntillas. Es preciso cambiar el escenario y, para ello, no oír, no comentar y, mucho menos, husmear.
Para lograr ese alejamiento inicial e indispensable, es bienvenida una buena ayuda. Una consulta espiritual siempre auxilia, reorganiza y acude a los puntos más doloridos y obscuros. Pero ¡atención! Nada que retroceda, que apunte al pasado o prolongue la espera inútil.
Hay que mirar y avanzar hacia delante. Entender y superar. Todos los recursos terminaron, todas las conversaciones cesaron, todas las informaciones fueron truncadas, todos los rezos no funcionaron y tú, aunque no quieras, tienes que ser impulsado de vuelta a la vida normal.

Segunda etapa: pegando los trozos
Saliendo de la experiencia del huevo, de la cruel expulsión de la cáscara, comienza la segunda fase, la de fortalecimiento e, incluso con el dolor bastante presente, el resentimiento, la rabia, la sensación de injusticia, es preciso que juntes los trozos. Ya que nada más resta, es hora de vivenciar la segunda etapa, rehacer la taza de cristal que cayó y se hizo añicos.

Lejos de ser un rompecabezas placentero, juntar los trocitos de cristal en que la vida se ha convertido - estando tú bastante frágil, como ser amado y también como ser humano - estás obligado a encaminarte: volver a la convivencia de los amigos que se han mantenido fieles, frecuentar los lugares, ir a la fiesta, al cine, al gimnasio, y poner tu atención en el trabajo y cosas habituales, o sea, reorganizar lo cotidiano con la falta de aquella persona y el espacio que ha dejado vacante.

Ahora los desafíos aumentan, porque la zona de peligro, referente a la pérdida, se va extendiendo cada vez más. El ex ser amado también puede haberse liberado y presentarse, justo allí, ante tu vista, al doblar una esquina, en una coincidencia cualquiera, acompañado de una persona diferente, a quien mira con la misma ternura antes dirigida a ti, tomando su mano como antes tomaba la tuya.

Juntar los trozos requiere sangre fría y la objetividad seca de un convencional "¿qué tal?" Consigue esto y consuélate, porque aún te sobrará dignidad. La rabia no es positiva. Engañosa, puede parecer que ayuda, pero no auxilia en nada cuando se trata de repeler la causa del sufrimiento.

En este período de los trozos, contrariamente al anterior (el del huevo), tú ya estarás nuevamente interaccionando con tu medio y pasarás a articularte para encontrar una nueva experiencia, un nuevo ser para amar. Ya has pasado por el obstáculo del "no voy a amar nunca más", para el "creo que puedo amar a la persona adecuada". Tu sensibilidad retoma la búsqueda de nuevos sentimientos.

Parece broma, pero en tu cristal aún no totalmente reparado, no se define la imagen de nadie que pueda sustituir aquel amor, ahora distante. En la clepsidra de la pasión, la arena se cuela fina y lenta, a un ritmo desesperante. Es hora de tener redoblada paciencia.

Es como si tuvieses, de pronto, todo el tiempo para rehacerte en un bolsón de gran vacío. Parece que el destino te ha puesto en una cuarentena, que se prolonga por un tiempo mucho mayor de lo que consideras posible soportar. En esta fase, los trozos, ya debidamente pegados, te dan la oportunidad de explorar otros horizontes de amistad y, quién sabe, lentamente, paso a paso, de amor.

Tercera etapa: la imagen renovada
En esta fase, empiezas a perdonarte, a percibir que no puedes ser culpado como el único responsable de la separación. Tu imagen se va renovando, el quererte nuevamente vuelve. El "nunca más" cede espacio, gota a gota, para el "quizá. un día, si surge la persona".

Te miras al espejo, cambias el visual, compras una nueva colonia, aceptas salir a dar una vuelta con los amigos, te sorprendes, en fin, por ver (y aceptar) que el ser amado también tenía "defectos" y no era precisamente la persona más fácil o más confiable del universo.

En fin, la indignación vence aquel deseo de retomar el "dulce amor antiguo", y el sueño se convierte en una "cruel sed de venganza". Tu único impulso, la postrera ilusión: querer que la otra persona se confunda, se pierda en la vida, se hunda en los problemas, "entre por mi puerta en el auge del arrepentimiento, necesitando de mí, solamente para que yo pueda expulsarlo como ha merecido", "acabe, pequeño y arrasado".

Mientras perdure ese deseo, tú sigues unido, por los lazos erróneos, a ese ser en cuestión. Teniendo en cuenta que el odio es un vínculo tan fuerte como el amor, en ese período, leyendo los anuncios en los postes - "amarro", "traigo de vuelta en siete días" - te parece que han sido puestos allí por ti. Pero, atención, todo lo que es necesario ahora no está en ninguno de esos carteles: "desamarro", "libero en siete días".

Renovar la imagen (camino para renovar la autoimagen) es la tarea fundamental que se impone, pero todavía falta mucho para que consolides nuevos criterios, penetres nuevas posibilidades de retomar el gusto y la emoción. Por más que hayas sobrevivido hasta aquí, tus sentimientos de inseguridad, tu estima resquebrajada, todavía no permiten un posicionamiento neutro frente a la tentativa de una nueva relación.

Tu deber incansable es buscar la renovación de tu imagen. La meta, alcanzar la realidad adecuada, para permitir que brote un nuevo yo. Se inicia la cuarta y última de las etapas: volver a conectarte con la vida - una vuelta a la creencia de que podrás vivir otra vez un gran amor. Será el tiempo de retornar a las posibilidades de afecto y nuevas sensaciones, hora de afirmarte nuevamente en tus propias características, cualidades y esperanzas.

Cuarta etapa: saliendo del desierto
Caminante en el desierto, percibes que es indispensable recomponer el escenario y empiezas a ilusionarte con esa posibilidad.

Siguiendo el instinto más primitivo de sobrevivencia, pasas a moverte en busca de novedades, descubres nuevos intereses y vas integrándote poco a poco en la experiencia cotidiana, siendo nuevamente capaz de elegir con tranquilidad y exención de los explosivos sentimientos anteriores.

El ex ser amado, espejismo que se va distanciando, se aleja más y más a cada momento que pasa. Sólo empiezas a enfrentar el desafío de los espejismos. En el deseo, en la necesidad aguda de enamorarte nuevamente, ves en cada rostro que se acerca una posibilidad de amar.

Sintiéndote capaz de construir una nueva relación, te has librado de un fardo tan grande, que la lógica de tu victoria, de tu reciente libertad, te lleva a creer - superando desafíos - que vendrá un nuevo amor y que el universo afectivo se recompondrá con toda la fuerza de las grandes pasiones.

Desgraciadamente, estas cosas no funcionan así, tan fáciles y directas: estás a merced de los vientos de tu destino que juegan en las arenas tórridas y rediseñan los senderos de tu jornada.

Probablemente vas a crear algunas expectativas que se esfumarán, como se diluyen los espejismos al calor abrasador del mediodía. Habrás de toparte con algunas circunstancias que, elusivas, huyen y vuelven a surgir más adelante, repetidas veces. Ya no se trata de sustituir al ser amado, sino de encontrar a alguien inédito, que se armonice con tu nuevo ser, más maduro y coherente, esa persona en que infaliblemente te has convertido.

El camino es largo. Afortunadamente, además de espejismos engañosos, hay algunos oasis esparcidos, núcleos acogedores que proporcionan recursos, sombra y agua. En esos parajes percibes que ya estás nuevamente fuerte para emprender lo que resta de la jornada y seguir para fuera de la prisión de arena.

Es el momento de salir del desierto: dejas el gran mar de dunas por donde has deambulado tan largo tiempo y, mirando hacia atrás, no sabes si fueron tantos o sólo un único y enorme día, tomado por el sol ofuscante y abrasador del desamor, por el miedo de nunca más amar.

Reencontrando el equilibrio y la integridad, retomas el estatuto de ser humano.
Vencidas esas fases, serás perfectamente capaz de recomponer tu territorio de emociones e iniciar un nuevo amor.

Conclusión
Mi experiencia permite garantizar que todas esas fases se organizan así. Al ir cumpliendo cada una de ellas, vas subiendo peldaños hacia un nuevo gran amor. El misterio es - como siempre - el tiempo, la duración de cada una de esas estaciones. Lo cierto es que no puedes estancarte en ninguna de ellas. No puedes claudicar, dejar de hacer el esfuerzo para vencer los obstáculos y pasar a la etapa siguiente.

Si te quedas atascado en el camino, busca ayuda y, principalmente, ayúdate. Nadie quiere tener por compañía de vida a una persona amarga y desilusionada. Esta es la mejor lección.


estamos online   Facebook   E-mail   Whatsapp

Gostou?   Sim   Não  
starstarstarstarstar Avaliação: 5 | Votos: 1


clube WebMaster é o Apelido que identifica os artigos traduzidos dos Associados ao Clube STUM, bem como outros textos de conteúdo relevante.
Visite o Site do Autor

Saiba mais sobre você!
Descubra sobre STUM WORLD clicando aqui.

Deixe seus comentários:



Veja também

As opiniões expressas no artigo são de responsabilidade do autor. O Site não se responsabiliza por quaisquer prestações de serviços de terceiros.


 


Siga-nos:
                 


© Copyright 2000-2024 SomosTodosUM - O SEU SITE DE AUTOCONHECIMENTO. Todos os direitos reservados. Política de Privacidade - Site Parceiro do UOL Universa