Un comportamiento patrón se caracteriza por el hábito de reaccionar de modo siempre igual a los acontecimientos de la vida. Hemos sido condicionados desde muy pronto a adoptar determinadas actitudes, pues nos garantizaban que, procediendo así, reduciríamos al mínimo los dolores y sufrimientos.
La ruptura de ese patrón puede producirse de dos modos. El primero de ellos, cuando la vida nos sorprende y origina situaciones retadoras, que nos quitan la sensación de seguridad y confort que nuestra ilusión nos hace crear.
En el Tarot esta circunstancia está representada por la carta de La Torre, cuya imagen reproduce un rayo alcanzando una torre y destruyéndola, haciendo que los seres humanos que allí se albergaban sean arrojados fuera, cayendo al vacío.
Esta carta retrata perfectamente el sentimiento de inseguridad que nos domina, siempre que nos vemos sorprendidos por cambios inesperados, sobre los cuales no hemos tenido control alguno.
No obstante, la ruptura de un patrón también puede ocurrir de modo consciente, cuando elegimos voluntariamente buscar nuevas formas de vivir, pues ya no nos sentimos felices en la estructura que hemos construido.
En ese caso, si bien el elemento de lo inesperado se encuentre ausente, y aunque tracemos una estrategia para realizar el cambio, el miedo y la inseguridad ciertamente estarán presentes, aunque en menor grado.
El principal ingrediente para ser capaces de realizar esta tarea es el coraje. Éste sólo estará presente si existe en nosotros el deseo profundo de conquistar un estado de equilibrio y serenidad, aunque la realidad se muestre diferente de la que deseábamos.
Aprender que, con independencia de las circunstancias, somos los únicos responsables por crear nuestra paz interior, es el paso esencial para cambiar nuestro patrón de reacción y trazar nuevos caminos para nuestra vida.
Publicado por Elisabeth Cavalcante
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