En el camino de la confianza, encontramos muchos obstáculos, el principal de ellos son las voces que oímos todo el tiempo en nuestra mente. Mientras no despertamos a esta realidad, nos dejamos dominar por ellas incesantemente.
Estas voces cambian continuamente, generando un verdadero sube y baja de emociones que nos desestabilizan y nos hacen entrar en un proceso de ansiedad que puede hasta llevarnos a un surto de locura, un colapso nervioso.
Escapar de este estado de miseria es lo que la mayoría de la humanidad desea, pero, infelizmente, muchos prosiguen como ciegos, sin siquiera tener idea de como poder libertarse.
Aquellos que, infelizmente, ya obtuvieron al menos un pequeño vislumbre de la consciencia, aprendieron que dar oídos al torbellino de voces que invaden nuestra mente, principalmente en momentos difíciles de la vida, cuando nos confrontamos con experiencias como la pérdida afectiva o la derrocada financiera, significa permanecer girando en círculos, sin encontrar cualquier posibilidad de salida.
La luz solo se hará si, exactamente en estos momentos, somos capaces de permanecer ajenos a estas voces, sin dar a ellas energía para que continúen esclavizándonos.
A pesar de ser difícil, es exactamente en estas ocasiones que precisamos parar, permanecer quietos, apenas observando las voces para que, de a poco, podamos adentrar en una atmósfera de quietud, donde la ansiedad y la desesperación comienzan a dar lugar al silencio, al vacío.
Y, al contrario de lo que podamos imaginar, es exactamente ahí que somos colmados por una inmensa claridad, pues la luz se hace presente y nos ayuda a encontrar la salida a nuestras angustias, por mayores que estas sean.
Osho,
Siempre estoy oyendo voces interiores. Pero una voz dice una cosa y la otra dice exactamente lo opuesto. ¿Qué debo hacer?
Osho:
Hay muchas personas aquí que siguen oyendo voces interiores. Estas voces son apenas basura. Estas son apenas fragmentos de tu mente, pues no tienen valor. A veces puedes pensar que estás oyendo algún guía interior o estás oyendo algún maestro del más allá… o algún espíritu, un espíritu tibetano, y puedes seguir imaginando cosas. Estarás siempre engañando a ti mismo.
Estos son todos fragmentos tuyos. Si continuas siguiéndolos, vas a volverte loco porque una parte va a tironearte hacia el norte y otra parte hacia el sur. Comenzarás a desmoronarte.
Recuerda, eso es neurosis, debes aprender a observar todas las voces. No confíes en ninguna. Solamente confía en el silencio.
No confíes en ninguna voz, porque todas las voces son de la mente. Y tú no tienes una mente, tienes muchas. Esa falacia persiste, creemos que tenemos apenas una mente. Eso está equivocado.
Tienes muchas mentes. Por la mañana, una mente está en la cima. Al mediodía, otra mente está en la cima. A la noche, una tercera mente; tienes muchas. Gurdjief acostumbraba decir que tienes muchos yos, Mahavira decía que el hombre es polipsiquico. ¡Eres una multitud! Si oyes esas voces y las sigues, irás simplemente a destruir toda tu vida.
…Te volverás loco. Me preguntas: ¿Qué debo hacer? No debes hacer nada de acuerdo con esas voces. Debes esperar que surja el silencio.
Obsérvalas, indiferente, distante. Basta mirarlas, observarlas, sin identificarse con ninguna voz. Va a llevar un poco de tiempo para crear la distancia, porque hay voces que son muy satisfactorias, hay voces que son muy gratificantes para el ego.
…No creas en ninguna voz. Apenas permanece distante, apenas observa. Y observando ellas desaparecerán, porque si no las identificaste, no irás a alimentarlas, nutrirlas. Cuando todas las voces se hayan ido, entonces habrá silencio absoluto. El silencio es la voz de Dios.
Recuerda, Dios no tiene voz, excepto el silencio. Él nunca dice nada. No hay nada para decir, no hay comunicación verbal. Pero aquel silencio, aquel silencio absoluto, te da claridad, te da luz, te vuelve capaz de moverte correctamente. No que este te de alguna dirección, no es que te de algún mapa, no es que te de algún guía, nada por el estilo. Simplemente te da ojos para ver tu camino.
Y, entonces, comienzas a moverte en la vida con ojos. Normalmente, estás moviéndote ciego. Un hombre ciego precisa de guías, un hombre ciego precisa de voces, un hombre ciego precisa de mapas. Un hombre que tiene ojos no precisa de nada. Dios viene hacia ti como silencio. Dios es silencio. Recuerda: solamente confía en el silencio y nada más, caso contrario estarás preso por la mente una y otra vez. Ser preso por la mente es estar en la miseria. Estar libre de la miseria es saber lo que es felicidad, es saber lo que es bendición.
Publicado dia 12/2/2012 7:27:18 PM em STUM WORLD
