No hay como negarlo: todos sufrimos de ese mal. Veo eso todos los días en mi consultorio y si yo tuviese que escoger el “mal del siglo” yo diría que es exactamente ese: “EL MIEDO”.
Cómo es posible vivir en la actualidad sin dejarse llevar por ese sentimiento? Pero no es solamente del miedo de la violencia física que estoy hablando. Hablo del miedo de manera general. Vamos primero a tratar de comprender cual es el mecanismo que desencadena el miedo y cuales las defensas que levantamos contra él.
Cuando analizo un mapa astrológico veo varias facetas de la personalidad de mi consultante: primero veo cuales son sus respuestas básicas, derivadas del hombre vegeto-animal que él es. Ese hombre vegeto-animal es visto especialmente a través del análisis de:
- Ascendente, del cual depende principalmente su herencia física;
- Mercurio, del cual depende su forma de ver el mundo, y su forma de pensar y comunicarse;
- Venus, del cual depende su reacción a la necesidad de confort y afectividad;
- Luna, de la cual depende su reacción emocional y su primer aprendizaje básico, así como su programa de reproducción. Este hombre vegeto-animal es muchas veces tan fuertemente actuante en la personalidad que aparece en primer lugar, dando un colorido muy fuerte a la personalidad del individuo. Decimos que es el “motor” principal de la persona. Y eso aparece más en el ser instintivo, cuyas respuesta biológicas (activas o pasivas) son muy fuertes. Es aquí que está estructurado especialmente el inconsciente personal, aquel inconsciente que nos mueve a todos sin que tengamos conocimiento.
Pero, cuando la persona asume más el lado animal de su personalidad, que está expresado en su YO interior - el SOL - entonces puede comenzar a actuar de forma consciente sobre su propia vida, respondiendo a través del aprendizaje realizado con la ayuda de la sensación (Venus), de la intuición (Mercurio) y, especialmente, de la emoción (la Luna). Así el inconsciente personal puede permitir la actuación del YO INTERIOR con relación a la evolución de la personalidad.
El YO interior asume entonces la dirección de la vida: es esa la verdadera función de nuestro SOL, o sea, de nuestro signo solar, actuante en la Casa astrológica donde él se encuentra. Es por causa de eso que nacemos en un determinado signo y no en otro. Es el Sol que expresa la voluntad del YO.
He reparado que los signos más sujetos a los miedos son principalmente los signos de Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) y los signos de Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) pero por motivos muy diferentes. Los signos de Fuego enfrentan combatiendo y los signos de Aire procuran analizarlos y racionalizarlos.
Los signos de Tierra precisan sentirse seguros con cosas materiales y concretas. Sus valores son los valores de la Tierra, como dinero, posesiones, bienes, o sea, todo lo que les ofrece la impresión de SEGURIDAD. De ahí que ellos sean muy previsores en relación al futuro y levanten fortalezas y muros de defensas en torno de si para defenderse de eventuales imprevistos. A ellos no los tomarán desprevenidos! Es así como ellos piensan. A lo largo de la vida, acumulan bienes, dinero en el banco, ahorros e inversiones, invierten en cuadros y joyas... y un bello día, por circunstancias de la vida (que dependen de los ciclos astrológicos de los planetas) algo amenaza esa seguridad. Saturno es el planeta que mejor simboliza esos muros de defensa. Cuanto más fuerte fuera Saturno en nuestro Mapa Astral, más seremos responsables en relación a nuestro futuro y mayores serán los muros de nuestra fortaleza. Pero los muros de defensa pueden ser amenazados en algún momento de la vida, y entonces se abren brechas por donde el “enemigo” puede pasar! Y eso puede quitarle el sueño, causar pánico. Esa amenaza sucede normalmente por un tránsito de un planeta destructor - como Urano o Plutón - sobre el planeta Saturno. Urano actúa como un rayo que cae sobre los muros y los destruye abriendo brechas. Plutón rompe todo lo que se le cruza en el camino. Y no deja piedra sobre piedra.
Nuestros mecanismos de defensa son estructurados en la primera infancia, cuando aún bebés aprendemos a superar el miedo del oscuro, el miedo al “hombre de la bolsa”, el miedo de lo desconocido. Podemos actuar de varias formas, sea pidiendo ayuda a un progenitor, sea aventurándonos solos para enfrentarlo. Todo depende de nuestra personalidad. Las personas que tienen una predominancia del elemento Fuego tendrán más tendencia a enfrentar al hombre de la bolsa con un arma en la mano, en tanto que los de Tierra buscarán encender la luz del corredor, los de Agua preferirán colocar la cabeza debajo de las frazadas y finalmente los de Aire se quedarán pensando racionalmente en una solución, hasta encontrarla (y tal vez ni salgan de la cama)!
Así hacemos en nuestra vida en relación a todos nuestros miedos.
Alrededor de los 42-43 años los ciclos planetarios están en baja y la mediana-edad comienza a amenazar y modificar las actitudes de las personas. Es en esa edad que suceden las crisis más serias. (Uds. ya percibieron cuantas personas sufren un infarto o de presión alta en esa faja de edad)?
El Ciclo planetario más liberador – incluso siendo extremamente difícil de enfrentar – es sin duda aquel del planeta Urano. Entre los planetas lentos él es también el más probable de ser completado a lo largo de una vida, (El pico del autodescubrimiento acontece alrededor de los 21 años, la crisis de inseguridad alrededor de los 42, la plenitud acontece alrededor de los 63 y el ciclo se completa cerca de los 84 años) Es por esa razón que la persona que llega a esa edad avanzada acaba teniendo una actitud de liberación que lo impele a no aceptar amarras y limitaciones de ningún tipo.
El ciclo de Urano es básicamente el ciclo del descubrimiento de la vida. Promueve un momento de agitación en nuestra vida que nos obliga a encarar nuestros miedos de frente, ya que promueve la destrucción de nuestros mecanismos de defensa.
En la mitología griega y romana, Urano era el padre de Saturno, Urano era el “no tiempo”, antes del TIEMPO. Saturno castró a Urano y tiró sus testículos en el mar, de donde surgió la vida: así el Tiempo es castrador, y el “no tiempo” es liberador y creador de vida. El Tiempo es el Hoy, como dice la sabiduría oriental. Viva el hoy en su plenitud: ese seria el lema de la felicidad.
Cuando Urano forma un aspecto difícil con nuestro Saturno natal esto nos indica claramente que de nada sirve construirnos fortalezas y levantar muros para sentirnos seguros: la libertad se consigue solamente si nos liberamos de nuestros miedos. Plutón es control, Urano es libertad. Saturno es muro de defensa, Urano es el destructor del muro.Vivir el Hoy de forma plena y consciente, aceptando los desafíos todos los días, es vivir libremente, sin miedos. Para no levantar polémica (y creo que habrá sin duda) voy hacer aquí una última consideración:
Cuando niños aprendemos a rezar para que nuestro Ángel de la Guarda, nuestro ángel personal, para pedir su ayuda en caso de necesidad. Bien, podemos volver a hacerlo, ya que DIOS lo colocó a nuestra disposición. Si quisiéramos enfrentar la vida SIN MIEDO precisamos antes de todo tener Fe, y después podremos destruir los muros de nuestra fortaleza y abrir sus portones: solamente la LUZ entrará, estén seguros. Donde existe la Fe no existen sombras, y no existe ningún “hombre de la bolsa”!
Graziella Marraccini es astróloga, taróloga, cabalista y estudiosa de ciencias ocultas.
Clique aquí y haga su mapa astral on-line. Atiende en su consultorio en San Paulo con turnos pedidos en el horario comercial. Teléfono: 55 (11) 3288-5637.
Publicado dia 11/30/2004 1:15:57 PM em STUM WORLD
