¿Cuál de nosotros no ha deseado, en algún momento, estar dotado de poderes mágicos que nos permitiesen transformar el mundo, eliminando todo el desequilibrio, la desigualdad, la violencia y tantos otros problemas existentes?
Para que esta fantasía sea posible, es necesario, ante todo, que seamos capaces de transformar nuestro mundo individual, nuestra propia dualidad, e integrar todos los aspectos de nuestro ser.
Puesto que esta es una tarea bastante difícil, es urgente que la comencemos lo más pronto posible, si queremos disfrutar de la felicidad que esa integración podrá proporcionarnos, aún, en esta vida.
Integrar todos los aspectos de nuestro ser exige una mirada compasiva y amorosa hacia aquellas partes nuestras que preferimos no ver, aceptando con humildad que existen, pero que pueden ser mantenidas bajo control, si sabemos hacer que prevalezca nuestro lado luminoso, aquel que nos hace experimentar la plenitud de la existencia.
Muchas personas vivencian durante todo el tiempo tan sólo sus bloqueos y dificultades, y se olvidan de mirar para sí mismos con una visión amorosa, reconociendo aquello que poseen de bueno, sus cualidades y talentos latentes.
Transformar nuestro mundo interior es, ante todo, transmutar la negatividad y el pesimismo en confianza y fe en nuestro poder personal. Podemos, en cualquier momento, reorganizar nuestra vida sobre otras bases, teniendo como cimientos nuestro sentido de unidad con lo Divino.
“Una nueva humanidad o suicidio global El mundo entero está en las garras de una insania largamente aplazada. Hemos estado aplazando y aplazando y, ahora, el último grado, el grado de evaporación, ha llegado.
Ahora hay solamente dos posibilidades: una es que la humanidad venga a cometer un suicidio colectivo, porque esta insania no puede continuar acumulándose. Las religiones han contribuido, los moralistas han contribuido, los profesores han contribuido, los así denominados grandes hombres han contribuido para tornar al hombre cada vez más y más insano. Y ahora ha llegado el punto final, en que podemos cometer un suicidio colectivo a través de las bombas atómicas o de las bombas de hidrógeno o de cualquier otra cosa.
El hombre tal como es no puede ser tolerado sobre la tierra ahora. Se ha vuelto intolerable. Y juntamente con él, está matando a toda la tierra. No sólo él es un suicida; se ha convertido en asesino. Lo está matando todo. El hombre está matando todo sobre la tierra. Nada hay vivo que al él le guste ahora: solamente cosas muertas lo atraen. Y cuanto más muertas, mejor, porque así, puede poseerlas, manipularlas.
De ese modo, él está matando la naturaleza y todo lo que hay sobre la tierra. Él no puede ser tolerado, y su propia insania interior lo está llevando hasta el punto de evaporación. Debido a esto, la hora se está acercando cada vez más y más. Y en todo el mundo, aquellos que piensan y aquellos que sienten y aquellos que saben, están en busca de métodos, ingeniando métodos, para ayudar a la humanidad a trascender la locura. Ese es el único modo.
O el hombre cometerá suicidio, o el hombre dará un salto para reinos más elevados del ser. Si esa transformación no se produce, nada puede hacerse: el hombre cometerá suicidio. He ahí por qué por todo el mundo las energías espirituales se están juntando, las fuerzas espirituales se están reuniendo, muchos grupos esotéricos están trabajando. Y a veces puede no ser tan obvio, sino allá en lo más hondo, en el propio centro de la mente humana… Las lenguas difieren, los caminos difieren, las maneras de afrontarlo difieren, pero en todo lugar hay un andar a tientas en busca de algo que pueda tornarse una alquimia para cambiar la humanidad”.
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Maytreya, El Maestro Ascenso cuyo nombre significa “bondad”, está cumpliendo su juramento de tutelar en la Tierra a las almas que desean recorrer el camino del Bodhisattva.
…Prefiriendo simplemente ser conocido como el Instructor, Maytreya no viene como un líder religioso o fundador de una nueva religión, sino como profesor y guía para las personas de todas las religiones y para aquellos sin religión.
…En estos tiempos de grandes crisis políticas, económicas y sociales, Maitreya inspirará a la humanidad para que ésta se sienta como una familia y creará una civilización basada en el compartir, en la justicia económica y social y en la cooperación entre todos los hombres.
“Una de las formas más fáciles de conocerme, dice Maytreya, es ser honestos en vuestra mente, sinceros en vuestro espíritu, practicando el desprendimiento. Cualquier acción realizada con deshonestidad de la mente, insinceridad espiritual y mezquindad, es destructiva. Por ejemplo, si pensáis en una cosa, decís otra, y hacéis aún otra diferente, estáis perdidos. La honestidad de la mente conduce a la palabra honesta y a la acción correcta. Esta armonía conduce a la paz y a la felicidad.
Sin el desprendimiento no hay salvación. El desprendimiento es la “droga” más poderosa. Aprender el desprendimiento es un arte. Un científico desprendido, aprenderá las leyes de la física y química (que son leyes de la creación) y las aplicará, creando cosas que constituyen la obra de Dios. El artista, con desprendimiento, será capaz de descubrir a Dios a través de sus propias experiencias.
“Sed como sois”, nos enseña Maytreya. “No perdáis frente a otros, el respeto a vosotros mismos, vuestra dignidad”. No permitáis que alguien proyecte sus sombras sobre vosotros. Un maestro transmite experiencias, pero no proyecta su sombra sobre el discípulo. No sigáis a otros. Si practicáis la honestidad de la mente, la sinceridad del espíritu y el desprendimiento, conoceréis vuestro Ser, me conoceréis a Mí, conoceréis al Señor”.
Fuente: Fraternidad Virtual Yo Soy Luz
Publicado dia 3/9/2006 6:17:56 PM em STUM WORLD
