Menu

¿Cómo saber si estoy en el buen camino?

por Graziella Marraccini em STUM WORLD
Atualizado em 30/01/2012 15:22:34


Traducción de Teresa - [email protected]

La semana pasada publiqué un artículo en el cual mencionaba los efectos del planeta Neptuno (como el naufragio del buque Costa Concordia y otros naufragios recientes), que en febrero entra definitivamente en el signo de Piscis, donde permanecerá durante los próximos doce años. La inmersión de Neptuno (Poseidón para los griegos) en el reino donde es soberano no viene en este momento por pura casualidad. Como todo en el universo, lo que sucede en nuestro planeta está causado por aquel sincronismo fantástico solo explicable cuando se conoce el movimiento del reloj cósmico. Por eso se llama a la astrología Reloj del Destino. En nuestro universo nada se debe a la casualidad, pues todo se rige por las Leyes Herméticas, o Siete Leyes de la Sabiduría (enlace al final del texto). Aunque no tengamos demasiado conocimiento sobre esas Leyes que rigen la manifestación de la materia, podemos reconocer el flujo de las energías en manifestación en un determinado momento, y canalizarlas para utilizarlas a nuestro favor. Pese a que nuestro Libre Albedrío es limitado, ya que no modificamos el flujo energético del Todo, podemos encajarnos en ese flujo en manifestación y, en nuestro reducido campo de actuación, aprovecharnos de él positivamente. No es preciso que seamos víctimas del destino.

En el caso que analizamos actualmente, (la inmersión de Neptuno en Piscis), primero hemos de comprender el arquetipo, para después situarlo en el contexto del signo y, finalmente, en la casa astrológica correspondiente en nuestro mapa. Neptuno es el Señor de los Mares. A él fue atribuido el dominio de las profundidades oceánicas donde permanecerá durante los doce años venideros, aproximadamente. Aun cuando parece tranquilo en la superficie, el mar es misterioso, insidioso, inquieto, y de un momento para otro puede pasar de calmo a agitado. El mar que ocupa las dos terceras partes de la superficie de nuestro planeta y que dio origen a la vida, nos da el pescado que comemos, nos ofrece esparcimiento y placer, pero también engulle buques y tesoros y se revuelve en tsunamis furiosos ¡tanto más inexplicables cuanto imprevisibles!

La acción de ese planeta al cual se atribuye la regencia del signo de Piscis (último de los doce signos zodiacales) puede promover vicios y virtudes, sueños e ilusiones, creatividad e inspiración e incluso genialidad, pero ¡cuán difícil es de dominar! ¡Que lo digan los nativos de Piscis! Regidos por ese planeta, pueden pasar de la risa al llanto, de la euforia a la decepción, de la generosidad al egoísmo, de la esperanza a la desesperación en pocas horas. Por eso los piscianos son tan vulnerables, inconstantes y soñadores. Neptuno, llamado Solvente Universal, disuelve las fronteras que separan a las personas unas de otras y suelta el control rígido que sostiene nuestras defensas. Neptuno es la antítesis de Saturno, pues derriba los muros que son las defensas que solemos erigir para protegernos y permite que aquellas partes de la psique que mantenemos bajo control se suelten y afloren, llegando a la superficie. ¡Por eso su energía es tan creadora, y de ella se nutren los artistas!

Entonces, apreciados lectores, ya hemos reflexionado sobre cómo procede Neptuno en la colectividad, ¿no es cierto? El mensaje es este: ¡ha llegado el tiempo de que la humanidad se preocupe de las aguas, los mares, océanos, ríos, que son la fuente de nuestra vida! Pero ¿cómo actúa Neptuno sobre nosotros, como individuos? Como Neptuno pasa doce años en un signo, ejerce su influencia sobre toda una generación, por eso se le considera un planeta colectivo. No obstante, también actúa sobre cada uno de nosotros, de forma positiva o negativa. Todo dependerá de nosotros, de cómo hagamos el aprendizaje neptuniano.
Bajo su acción, pasamos el límite de la realidad y entramos en el reino espiritual, nos equilibramos en el abismo entre la materia y el espíritu, allí donde se escinde la razón lógica de la imaginación y de la inspiración.

Neptuno es un planeta ‘invisible’, ya que está envuelto en una nube de gas que nos impide ver su suelo. Por eso él influye sobre lo ‘invisible’ de nuestra mente, nuestras facultades psíquicas, ¡y con su acción nos ‘quita de lo real’! esto me recuerda el mito de Dionisio, el Dios griego del vino y de la poesía. Dionisio solía reunir a sus devotos seguidores en orgías regadas con vino y los hacía emborracharse. Los efectos tóxicos y liberadores del vino (el alcohol relaja las defensas) les hacía abandonarse, llevados por sentimientos de arrobamiento, éxtasis y euforia, y dejaban de lado aquellas reglas y limitaciones (Saturno) que normalmente orientaban su proceder. ¡Así es como Neptuno actúa sobre nosotros! Dionisio, bajo los efluvios del alcohol (actualmente hay otras drogas igualmente poderosas) se disfrazaba, vistiéndose con pieles de animales, y promovía orgías con mujeres y vino. Igualmente, bajo el tránsito de Neptuno y, especialmente, si éste se encuentra en aspecto de tensión con los luminares, podemos descubrir que nuestro mundo se está desmoronando, que las estructuras y apoyos sobre los cuales habíamos construido nuestra ‘seguridad’ están desapareciendo, y el control de nuestra vida se nos escurre de las manos. ¡El efecto puede ser terrorífico! Puede asimismo ser muy difícil aceptar que nuestro Yo Interior tiene necesidad de ese aprendizaje; con todo, tengamos la seguridad de que esa ‘disolución de fronteras’ es útil para el crecimiento espiritual. Del mismo modo que Dionisio, que tuvo su cuerpo despedazado por los Titanes (Saturno era un Titán) y renació gracias a la ayuda de Atenea, que dio su corazón recuperado a Zeus (Júpiter) el cual le devolvió la vida, podemos renacer, incluso aunque hayamos sido despedazados. A propósito de eso, recordemos que Júpiter era el antiguo regente de Piscis antes del descubrimiento de Neptuno.

Apreciados lectores, ¡bajo la acción de un tránsito de Neptuno, morimos y renacemos varias veces! No obstante, incluso aunque fuésemos reducidos a pedazos, ¡encontraremos dentro de nosotros la esencia que nos devolverá la vida! La chispa divina que reside en nuestro corazón nos hará renacer. ¿No es una imagen maravillosa esta que nos ofrece la mitología? Lo que nos salva y nos ofrece la posibilidad de renacimiento es el corazón, es decir, nuestra esencia divina. O sea, ¡en nuestro Chakra Cardíaco es donde reside nuestra redención! Los sentimientos de generosidad, compasión, amor al prójimo, deberán ser las herramientas para nuestro renacimiento y si las empleamos adecuadamente sabremos, en nuestro interior, que estamos en el buen camino para nuestra evolución espiritual.Continuaré en los próximos artículos las reflexiones sobre los efectos de este planeta en nuestra vida, pero aquellos que deseéis profundizar en el auto-conocimiento ofrecido por la astrología, podéis aprovechar la promoción especial (lote Mapa Natal + Previsión Anual, o bien Previsión Anual + Revolución Solar) que permanecerá válida hasta finales de febrero y pedir un análisis personalizado. Visitad mi Web personal – link – para información sobre las varias consultas.

¡Deseo que el Amor inunde vuestro corazón y acompañe vuestros actos en todos los momentos del día!
São Paulo, 24 de enero de 2012


estamos online   Facebook   E-mail   Whatsapp

Gostou?   Sim   Não  
starstarstarstarstar Avaliação: 5 | Votos: 1


graz
Graziella Marraccini é astróloga, taróloga, cabalista e estudiosa de ciências ocultas e dirige a Sirius Astrology. Conheça meus serviços on-line
5 perguntas Frequentes, visite Canal do youtube e Facebook
Visite o Site do Autor

Saiba mais sobre você!
Descubra sobre STUM WORLD clicando aqui.

Deixe seus comentários:



Veja também

As opiniões expressas no artigo são de responsabilidade do autor. O Site não se responsabiliza por quaisquer prestações de serviços de terceiros.


 


Siga-nos:
                 


© Copyright 2000-2024 SomosTodosUM - O SEU SITE DE AUTOCONHECIMENTO. Todos os direitos reservados. Política de Privacidade - Site Parceiro do UOL Universa